Ciertos procesos activos del juego provocan sensaciones estéticas, con un sesgo dramático. Puesto que los personajes pasan por peripecias. Es decir, súbitos cambios en su suerte, distinto a lo conjeturado. Lo inesperado, lo inverosímil, genera tensiones especiales, que la conducta debe absorber y organizar, vehiculizando sentimientos intensos en forma simbólica. Este placer permite elaboraciones cotidianas y un material de inmenso valor para quienes trabajamos como docentes. Aparece en superficie bajo el ropaje lúdico otro tipo de verdad, muchas veces, un pedido de auxilio, que de otro modo y en otras circunstancias no nos serías expresado. La instancia lúdica permite una mirada distinta y “un especial escuchar”, al llamado desesperado de una inteligencia que quizás haya encontrado el único modo de pronunciarse.
Como afirmaba Huizinga, todo constructo lúdico debe ser reinterpretado en conexión con el tono de su conjunto social, inserto en la vitalidad de su tiempo histórico. Si el ajedrez fue condicionado por el espíritu de otra época, nos corresponde a nosotros, por ser hijos de nuestro tiempo, desamordazarlo como objeto cultural y hacer que nos provea de nuevos significados. Así, con los elementos que poseemos, reconquistar aquello que pueda trocarse en un hecho educativo. Es un proceso por el cual descubrimos como cierto, que ninguna época desaparece por completo”.
Como conclusión de éstas líneas, nos hacemos la siguiente pregunta ¿ Es el ajedrez un constructo de la naturaleza a la que se hace mención?.
Para responder a esta pregunta citamos un fragmento de Vygotski
En opinión de Vygotski; “la cultura se convierte en parte de la naturaleza del individuo. Al igual que los sistemas de herramientas, los sistemas de signos, lenguaje, escritura, números. Han sido creados por las sociedades a lo largo de la historia humana y cambian con la forma de sociedad y su nivel de desarrollo cultural. Estaba convencido de que la internalización de los sistemas de signos culturalmente elaborados acarreaba transformaciones conductuales y creaba un vínculo entre las formas tempranas y tardías del desarrollo del individuo. Para Vygotski, el mecanismo de cambio del individuo halla sus raíces en la sociedad y en la cultura”.
Es en éste contexto que debe insertarse el ajedrez. Este juego es parte de la lluvia de símbolos con que el hombre a lo largo de su existencia, ha intentado reflejar su vida material y espiritual, las formas de esta búsqueda han hallado en el arte, la religión, la ciencia, y los constructos lúdicos, su cause predilecto.
Todo tipo de aprendizaje comienza antes que el alumno llega a la escuela, siempre tiene una historia previa, Tratándose de un juego con mil quinientos años de historia, en un medio en dónde la institución señera nace a principios del siglo XX, y se enseña en forma masiva desde 1990, la interacción y cooperación entre semejantes esta asegurada.
El aprendizaje despierta una serie de procesos evolutivos internos capaces de operar sólo cuando el niño esta en interacción con las personas de su entorno y en cooperación con algún semejante. Una vez que se han internalizado estos procesos se convierten en parte de los logros evolutivos independientes del niño.
2) Actúa sobre la conducta modificando matrices de aprendizaje que le impiden por impulsividad y agresividad adaptarse, para integrarse a un entorno apropiado para su desarrollo futuro.
3) También vigoriza las habilidades en niños que presentan absoluta armonía entre su edad cronológica y madurativa potenciando sus habilidades intelectuales, permitiendo a través de la manipulación del material concreto acelerar la transición entre el estadio de las operaciones concretas hacia las formales. Promoviendo en estos casos una temprana maduración intelectual.(1)
o Mayor que sus pares en clase.
o Bajo rendimiento en lectura y matemática.
o Bajo nivel intelectual, según diferentes test.
o Aplazo en una o más materias.
o Tareas diarias incompletas.
o Discrepancia entre desarrollo y habilidades.
o Rendimiento irregular, excelente en algunas áreas y pobre en otras.
o Pobres hábitos de estudio.
o incapaz de resolver conflictos sin negativismo o por vía de hecho.
o Las sanciones disciplinarias no lo amilanan.
o Incapaz de expresar sus sentimientos.
o Baja participación de actividades escolares.
o Proclive al estrés.
o Incapaz de hacerse amigos de su propia edad.
o Incapaz de desempeñarse en nuevas situaciones.
o Bajo juez de menores, adoptado, con padrastro o madrastra.
o Padre desempleado o cuenta-propista.
o Recientes hechos de muerte.
o Muestra signos de negligencia escolar.
o Llegadas tardes frecuentes.
o Falta de apoyo escolar de los padres.
o Bajo nivel educativo de los padres.
o Problemas de salud o aprendizajes innatos.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
· Generar en los alumnos un sentido de auto confianza y autoestima
· Mejorar la capacidad de pensar racionalmente.
· Incrementar las habilidades cognoscitivas.
· Mejorar las habilidades de comunicación en los alumnos y la facultad de poder reconocer estructuras estéticas-cognitivas.
· Fortalecer el sentido de trabajo en equipo, para de esta manera realzar las habilidades del alumno.
· Hacer que el alumno se de cuenta que es responsable de sus propios actos y que debe aceptar las consecuencias.
· Proveer un foro intelectual, lúdico a través del cual los alumnos puedan encausar las hostilidades enfocando sus energías de una forma aceptable.
· Ayudar a los alumnos a establecer amistades con cierta facilidad, ya que el ajedrez proporciona un escenario agradable y seguro para reunirse y discutir entre ellos.
· Permitir a los alumnos y docentes observarse entre ellos en una forma más comprensiva.
· Ofrecer a los alumnos un estilo concreto, económico y eficaz para hacerle frente a sus privaciones e inseguridades que forman parte integral de sus vidas.
El Ajedrez encierra tres fortalezas esenciales:
b) Prevención secundaria. Se localiza la problemática en aquellos años donde el riesgo sea más importante, y se aborda a través del juego.
c) Prevención terciaria. Que aborda la problemática con niños y adolescentes en hogares de transito e institutos de menores respectivamente.
Esquema general:
1- Nivel de interacción.
2- Función y formación de ideas.
3- Pensamiento estratégico.
4- Noción de espacio.
5 -Noción de tiempo.
La primera Edad:
1. Egocentrismo.
2. Construcción de modelos de acción interna.
3. Ausencia de planes.
4. Ausencia en la noción de espacio.
5. Ausencia en la noción de tiempo.
La segunda edad:
En la segunda edad del pensamiento ajedrecista se han internalizado las imágenes de las piezas, las cuales comienzan a tener movimientos propios debido a que con ellas se anticipan acciones. De esta forma nace el símbolo. Una vez que anticipa acciones internas con los símbolos, el jugador se dirige a ejecutar sobre el tablero sus ideas, para verificar si su acción mental es real y posible. La segunda edad también es egocéntrica, sólo que al anticipar acciones con la imágenes de las piezas nace el preconcepto y su representación es estática, por cuanto dirige imágenes cuya única necesidad de ejecución es la acción anticipada interna. Esta edad encierra variables denominadas en Psicología Evolutiva como: centraciones.
Las categorías correspondientes a la segunda edad son:
1. Egocentrismo.
2. Representación estática.
3. Pre-concepto.
4. Centraciones espaciales.
5. Ausencia de la noción de tiempo.
Característica: No ve los cambios que su acción produce en el contexto. Ejecuta la acción para verificar.
La tercera edad:
Se caracteriza por la pérdida del egocentrismo y por el nacimiento de la noción de espacio. Las representaciones en esta edad ya no son estáticas, sino flexibles, móviles, interrelacionadas. El símbolo en esta edad, se emplea en anticipar acciones internas, antes de ejecutar la idea. Percibe la existencia del otro jugador, nace para el oponente en el terreno del juego. Una vez previstas las acciones del adversario, retorna a verificar sus propias acciones, con su alcance potencial, selecciona alternativas de acción y luego decide. Cabe agregar que aún se mantienen las centraciones espaciales, con lo cuál el proceso que se describe se da con una pieza por vez, en un espacio afectado por el radio de acción de la pieza incluida en ese proceso.
También aparecen en esta edad por primera vez las primeras variables de tiempo matemático.
1. Nace la interacción.
2. Representaciones dinámicas, flexibles, e interconectadas.
3. Primera noción del plan.
4. Nace el espacio.
5. Primera noción del tiempo matemático.
La cuarta Edad:
En la cuarta edad del pensamiento ajedrecista, el juego se ha descentrado de la actividad con una sola pieza, ahora se ha desarrollado el espacio y aparece la idea. Las piezas se organizan en función de una meta a más largo alcance, y aparece la armonía de funciones de las piezas como un todo integrado. Al examinar la posición, el jugador de esta edad busca otros movimientos que complementan la idea. La utilización de planes es una característica central de éste momento de pensamiento.
Otra de las características centrales de esta edad es el pensamiento reversible. Conserva las operaciones y las diferentes posibilidades que tienen todas las piezas en cada momento. No se centra en la agresión que recibe en forma inmediata. Sus acciones son todavía concretas, aún no puede separarse de la realidad física que representa el tablero y las piezas, pero sin embargo, el alumno puede ejecutar planes potenciales de largo alcance. La utilización del espacio además de permitir el crecimiento de la idea, se integra al pensamiento del jugador como un elemento más que es posible de manipular.
1. Interacción.
2. Pensamiento reversible y conservación.
3. Planes a mediano y largo alcance y a nivel de operaciones concretas.
4. Manipulación del espacio.
5. Segunda noción de tiempos.
La Quinta Edad:
En la quinta edad del pensamiento nace el sistema combinatorio. Para ello se requiere que el alumno combine dos clases de operaciones diferentes, por ejemplo, una clase de operaciones relacionadas con planes y otra con la manipulación del tiempo matemático, ambas en una misma idea, podrían producir un sacrificio material para ganar un tiempo y vencer al otro. Funciona con ambas categorías como si fuesen una sola. En esta edad nace el pensamiento sistemático: Piensa en una jugada, analiza la secuencia de jugadas que siguen la misma línea, encuentra una segunda jugada o una alternativa diferente, mantiene las demás condiciones constantes y , mientras analiza, genera hipótesis y las verifica sin acudir al movimiento físico de las piezas.
Peso a todo lo que se describe, aún no existe equilibrio en relación a la resolución de problemas abstractos, tiene centraciones y sus ideas abstractas son circulares. Las ideas están centradas en un plan preciso, utiliza al espacio y lo manipula como una pieza mas, es otro elemento del juego que se puede manejar. Las operaciones están desequilibradas porque van desde lo concreto, que es la realidad que tiene ante si, hasta el análisis abstracto de lo que se puede hacer, gracias a que mantiene constante la situación y manipula una serie de jugadas a la vez. Nace el pensamiento sistemático y combinatorio.
1. Nivel de interacción: Conversación simbólica.
2. Pensamiento sistemático y combinatorio.
3. Planes centralizados entre lo concreto y lo abstracto.
4. Espacio combinado en las operaciones.
5. Manejo del tiempo.
Sexta edad:
La sexta edad del pensamiento ajedrecista equivale al Pensamiento Formal Abstracto.
Se anticipan acciones en forma potencial. Se basa en la posibilidad futura de cada pieza, es decir, en amenazas. Prevé sus propias amenazas y la potencialidad de su oponente. El pensamiento de esta etapa es potencialmente reversible. En esta edad nace la noción de la posición espacial, que es un constructo que combina clases de tiempo y espacio para dar origen a la velocidad, concibe acciones potenciales combinadas con la representación estática del resto de las piezas, lo que da origen al análisis predictivo; la idea centralizada de acciones unida a tácticas previas, a la realización de la estrategia y el pensamiento sistemático, el equilibrio en la selección de procesos para la solución de problemas ajedrecísticos, el pensamiento de resoluciones reciprocas y los pensamientos de carácter hipotético-deductivo e inductivo.
Va de la hipótesis a la experimentación y de ella a la deducción.
2. Pensamiento formal.
3. Planes integrados a la inversión y a la reciprocidad.
4. Noción de posición espacial.
5. Noción de tiempo reversible.
LUIS DECASTELLI
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