Ajedrez Escolar
El recurso humano, su eslabón crítico.
El Ajedrez, además de sus bondades como juego de
entretenimiento, que ha superado la prueba del tiempo, merece con amplitud la
jerarquía de una poderosa herramienta para el crecimiento intelectual de la
juventud
En efecto, el mismo encierra bajo la apariencia de un
pasatiempo más o menos complejo todas las características de un organismo de
Estrategia pura, ya que al margen de la trivial comparación con una incruenta
batalla entre ejércitos rivales, contiene aspectos formales que involucran a la
mayoría de las manifestaciones de la actividad humana.
Esto surge porque cada jugador, teniendo objetivos
precisos y reglas claramente establecidas, tiene que sortear toda una serie de
problemas y dificultades que se van creando a partir del camino elegido y que
además pueden modificarse, según su modo de transitarlo.
Entonces, al reunir las virtudes de un juego ameno,
con la estructura y el método característicos para la evolución del
razonamiento y el desarrollo de la responsabilidad, resulta ser un elemento
sumamente apto para el entrenamiento y la edificación de la inteligencia.
Este texto, que ahora figura como introducción a un
curso integral de enseñanza, fue durante mucho tiempo un “caballito de batalla”
en la lucha por divulgar la importancia del ajedrez en la juventud.
El gran maestro Anatoly Karpov, ex campeón mundial,
opina acertadamente que la responsabilidad mencionada se construye a través de
la permanente toma de decisiones a que está obligado el jugador en el
desarrollo del juego, mecanismo éste poco habitual en el devenir de la edad
temprana.
Establecida y aceptada la importancia del Ajedrez como
Herramienta Educativa, se abre a consideración el complejo panorama de su
didáctica.
En efecto, tratándose del Universo Escolar, la técnica
específica del juego debe adaptarse y ajustarse a los paradigmas relacionados
con las diferentes etapas evolutivas del Educando.
En tal sentido resulta necesario y adecuado tener en
cuenta los trabajos y conclusiones estudiados y elaborados por Piaget, Vigotzky,
y otros, adaptando los mismos a la compleja dinámica del juego-ciencia.
Tampoco debe descuidarse el hecho de que en el terreno
práctico el Universo Escolar carece de la uniformidad en preparación e interés
que podría facilitar las cosas.
También debe considerarse la diferencia práctica entre
el Ajedrez Escolar como herramienta educativa y el Ajedrez Infantil propiamente dicho. En efecto, el
primero busca utilizar la enseñanza del Ajedrez como un mecanismo para ampliar
el panorama del educando, vinculando las vivencias en el Tablero con las
distintas disciplinas de la vida real, mientras que el segundo apunta
exclusivamente a la competencia, encarando el perfeccionamiento técnico como un
objetivo absoluto.
A partir de este concepto, surgen dos aspectos que
resultan cardinales y están muy vinculados a la calidad del Recurso Humano, en
el mecanismo de la
Enseñanza.
I) Los contenidos a enseñar relacionados con la
etapa evolutiva del niño.
II) Quién y cómo desarrolla
la enseñanza.
En este contexto aparece un problema al
controvertirse, en la práctica, dos aspectos que si bien inicialmente parecen
vinculados y complementarios, en la didáctica escolar resultan dividir las
aguas.
1) La Enseñanza
propiamente dicha (Expansión del conocimiento, utilizando el aprendizaje del
juego como disparador, abordando y desarrollando distintos temas y disciplinas de la vida
real)
2) La Competencia
(Estímulo deportivo, que la finalidad del Juego hace inevitable, pero que
contiene algunos aspectos que conviene contemplar con cuidado
El factor humano en la
enseñanza
Decimos que resulta un eslabón crítico, porque no
podríamos actualmente abastecer las
45.000 Escuelas Primarias de nuestro país, con gente suficientemente capacitada
en el aspecto técnico y pedagógico, por lo que resulta imperioso que el propio Maestro
de Escuela se capacite con los elemento técnicos indispensables para transmitir
los conceptos fundamentales, aprovechando positivamente su contacto y
conocimiento del alumnado.
Ministerio Nacional de
Educación
Reconocimiento a los que actualmente trabajan en el
tema. Se otorgan:
* Títulos de Profesor de Ajedrez (para Escuelas del
Ministerio Nacional de Educación).
* Concepto fundacional: (hasta tanto se cree un
“Profesorado para la enseñanza del Ajedrez”)
Condiciones para el otorgamiento de este Título:
1) Tres años (3) o más de enseñanza en
establecimientos de gestión pública o privada.
2) Calificación muy buena o superior
3) Estudios Secundarios completos (12 años de
escolaridad formal)
Secretaría de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires
Existen Cursos de Entrenadores Deportivos: duración 2
años GRATIS (El derecho a la
capacitación docente es por principio gratuita)
En ajedrez ésta iniciativa no resulta fácil de
implementar pues a los problemas gremiales se suma el interés de la Federación, que reclama
su necesaria intervención. (Esta posición resulta puesta en tela de juicio por
las consideraciones que surgen en el tema Competencia)
TURQUIA: Aparece como un país avanzado en ésta
materia. Encara adecuadamente la provisión del recurso humano, con algún matiz
distintivo.
1) El maestro recibe cursos de ajedrez
2) El ajedrecista enseña Ajedrez a los Maestros de
Escuela
Todo esto es arancelado, pero con la virtual garantía
de una salida laboral a cargo del Estado, dada la gran necesidad del recurso
humano en la materia.
En el contexto actual donde se trata de proveer de
computadoras a los alumnos, las que ya tienen incorporado algún programa para
jugar Ajedrez, y avanzan además las conexiones de Internet, se ha elaborado una
guía para el Maestro de Escuela que le permita aprender nociones básicas y le
facilite transmitirlas a los educandos.
La Competencia
Esta cuestión, en última instancia inevitable, divide
las aguas entre el concepto de Ajedrez Escolar y la competición pura, por
ejemplo en el caso del Ajedrez Infantil propiamente dicho.
Veamos los dos enfoques que imperan en nuestro país, y
que resultan contrapuestos.
Ministerio Nacional de
Educación.
No fomenta el exitismo de la competencia.
Considera la tensión emocional por su resultado contraproducente.
A partir del año 2006 se adopta, oficialmente, un
objetivo:
El Juego como sustrato del aprendizaje.
Ver en apéndice el artículo del Profesor Jorge
Berguier que denuncia el “championismo” como defecto
indeseable de la actividad deportiva.
Prestigio social – autoestima – motivación
El prestigio social del ajedrez ha ganado mucha
ponderación en los últimos tiempos.
A través de estudios realizados y con base en una
página web titulada “Jaque Mate al Alzheimer”, las autoridades correspondientes
han introducido la enseñanza y práctica del ajedrez en los Centros de
Jubilados.
Con esta realidad se organizan encuentro periódicos
entre alumnos de la enseñanza primaria y los abuelos de los Centro de Tercera
Edad, con gran éxito.
En efecto, estos encuentros donde el tema competitivo
es totalmente secundario, se potencian, no obstante, la motivación y la
autoestima, elementos importantes en ambos extremos de la escala etárea.
Paradigmas oficiales del
Ministerio Nacional de Educación
Actividades Nacionales y Regionales
Función recreativa y educativa, por Equipos y GRATIS
Sistema de puntaje: (Para diluir el exitismo
individual)
3 Puntos: Partida ganada
2 Puntos: Partida empatada (tablas)
1 Punto: Partida perdida
0 Punto: Partida no jugada (ausencia)
Aspecto Controversial
La
FADA, o
sea la Federación
Argentina de Ajedrez, a imagen y semejanza de la FIDE, estimula la
proliferación de competencias infantiles (todo arbitrariamente arancelado),
originando problemas económicos a los padres y alcanzando los límites de la
discriminación económica.
Con esto se crea un nicho comercial que comprende a un
número creciente de interesados, ya que a los padres, movidos por el concepto
del exitismo ya señalado, se agregan los profesores y entrenadores que buscan
ampliar el mercado y las correspondientes fuentes laborales.
El mismo G.M. Kasparov, a su paso por Buenos Aires, e
interrogado con respecto a un Campeonato Mundial sub-8, puso en tela de juicio
las tendencias oficiales en la materia. Pero destacó que en su actual función
política le resultaba difícil oponerse a la voluntad de los padres y demás
interesados.
Apéndice
El deporte y el ajedrez al
uso y abuso educativo
El Profesor Jorge Berguier,
Coordinador del Programa Nacional de Ajedrez Educativo del Ministerio de
Educación de la Nación,
nos ha hecho llegar este escrito de su autoría, parte del cual fue publicado,
en el mes de Junio del corriente año, en la revista "Novedades
Educativas". En el expone sus puntos de vista y reflexiona acerca de las
intenciones, proyecciones y paradojas del deporte, y como su aprovechamiento en
tanto capital social asociado al éxito y al triunfalismo termina distorsionando
su funcionalidad educativa y alterando los valores de la vida escolar.
EL “CHAMPIONISMO” EN EL
DEPORTE ESCOLAR
El deporte es quizás el
fenómeno social más importante desde la segunda mitad del siglo 20. Tiene suma
importancia en la vida cotidiana de la mayoría de los seres humanos. Queda para
los sociólogos determinar el por qué de esta realidad, pero vale la pena
recordar que es uno de los pocos campos de la vida social donde el más humilde
le puede ganar al más poderoso.
Las imágenes de los atletas
etíopes descalzos que ganaban carreras olímpicas por encima de sus pares del
“primer mundo” están en las retinas de todos quienes amamos al deporte. Lo
mismo vale decir de las demostraciones de los atletas norteamericanos del
“Black Power” en los podios de los Juegos Olímpicos de México 1968. Esta
importancia, aun insuficientemente estudiada, es no obstante aprovechada por
quienes desean saltar rápidamente a cargos políticos ejecutivos electivos, sin
el paso por las organizaciones sociales o/y políticas, sin la construcción de
base social y sin propuestas contrastables.
Berlusconi, en Italia, tuvo como gran pantalla al club
de fútbol Milán, del que es propietario, lo mismo en Argentina con Mauricio
Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, anteriormente
exitoso presidente del Club Boca Juniors; Daniel Vila (del tristemente célebre
Grupo Vila-Manzano) es Presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza., igual
Tabaré Vázquez, ex Presidente de Uruguay, anteriormente presidente del Club
Progreso, el primero en ese país en salir campeón de fútbol rompiendo la
hegemonía de Nacional y Peñarol, durante su presidencia en ese club. Sebastián
Piñera, actual Presidente de Chile, es dueño del Club Colo Colo, el más popular
de Chile.
¿Sólo porque es un negocio económico? Éstos son
dirigentes deportivos, pero también vale para los propios deportistas. Con la
salvedad de que éstos son tentados por las organizaciones políticas, aunque
también es cierto que aceptan gustosamente estas postulaciones.... ¿por qué no
deberían hacerlo?
En Argentina fue Gobernador de la Provincia de Santa Fe el
automovilista de Fórmula 1 Carlos Reutemann (subcampeón mundial), que es actual
Senador Nacional; el actual Gobernador de la Provincia de Buenos
Aires, el motonauta campeón mundial Daniel Scioli (anteriormente Vicepresidente
de la Nación);
el actual Vicegobernador de la
Provincia de Córdoba, el basquetbolista medallista olímpico
Pichi Campana, el actual Intendente de la Ciudad de Corrientes (capital de la Provincia homónima), el
velista también medallista olímpico Camau Espínola. Sólo para nombrar algunos.
La característica principal de todos ellos es que
ninguno posee tan siquiera un escrito donde puedan verificarse sus ideas,
aunque fueren únicamente sus ideas sobre el deporte o/y sobre el olimpismo. Lo
único importante para este escrito es que son votados por la ciudadanía para
que los represente, únicamente por sus éxitos deportivos. Algo así como que
éstos fueren suficientes para desarrollar una tarea gubernativa ejecutiva
eficiente. Es interesante destacar que esto no ocurre con otros campos de la
vida social. Los artistas que llegan a cargos ejecutivos por el único mérito de
serlo (en Argentina fue Gobernador de la provincia de Tucumán el cantante Ramón
Palito Ortega) son la excepción que confirma la regla.
Esta introducción sólo quiere resaltar la importancia
que le da la sociedad al éxito deportivo, por encima de las banderas del
olimpismo, que hablan de que en el Maratón, lo único importante es llegar......
Digamos que de a poco, en el deporte de competición,
se va aceptando universalmente que lo importante es el triunfo. Más allá de lo
que se declame. Y, sin importar mayormente quiénes impulsan esta concepción, lo
trascendente es que, desgraciadamente, se va abriendo paso. En la República Argentina,
país futbolero por excelencia, hay un caso paradigmático al respecto, que
ocurrió en 1986, durante el transcurso del Campeonato Mundial de Fútbol, en el
partido Argentina-Inglaterra. Allí, Diego Maradona hizo dos goles. Uno de
ellos, seguramente el mejor gol de la historia de los mundiales, por la belleza
de su factura. Y el otro, con la mano, en voluntaria acción antirreglamentaria
no observada por el árbitro. Esa jugada se la conoce como “la mano de Dios” y
ese gol es más recordado que el anteriormente nombrado. Como que en esa jugada,
Maradona hizo uso de lo que se conoce como la “viveza criolla”. Imitada
actualmente por Francia en su clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010 en su
partido decisivo con Irlanda. Es decir que los valores que pretendidamente desarrolla
el deporte nos son observados por los jóvenes, sino que éstos aprehenden la
realidad que acá se menciona. Y, todo esto, sin hablar del doping y las muchas
formas que éste adquiere, cuya más ingeniosa (para la burla de las leyes del
“fair play”) es el “vampirismo”.
Los contraejemplos también existen, aunque pasan
completamente desapercibidos, por cuanto es bien sabido que si un perro muerde
a un hombre, esto no es noticia, pero si es un hombre el que muerde a un perro,
esto será tapa de los diarios. El caso del Director Técnico del Seleccionado de
Hockey Sobre Césped Cacho Vigil, quien, en un partido internacional muy
importante, hizo anular un gol propio, ya convalidado por el árbitro,
avisándole que en realidad la pelota había ingresado al arco “desde afuera”,
por estar rota la red.... pero es conocido sólo por los estudiosos del deporte.
Es como una anécdota..
Ahora bien: Es obvio que esto se traslada
NECESARIAMENTE a la escuela. Más allá de lo que se proclama en los diseños
curriculares jurisdiccionales respecto al rol del deporte en la escuela:
Integración de diferentes comunidades, desarrollo de la camaradería, fomento de
la amistad y del compañerismo y del sentido de pertenencia, respeto a las
reglas, respeto a las decisiones de los árbitros, aprender a ganar y perder con
hidalguía y cuanto etcétera se le quiera adicionar, lo cierto es que una buena
definición de Diseño Curricular es que éste es lo que una cierta sociedad
quiere que sea en determinado momento y lugar. A pesar de las prescripciones,
lo que transcurre en la escuela (el llamado “Currículum Real”) es
necesariamente el resultante de la ideología dominante, ya que la escuela es
reproductivista por antonomasia. Más allá de la pretensión de que la escuela
sea vanguardia de los cambios, “contra cultura”, etc.
Vale la pena destacar también que en el Congreso
“Deporte en la Escuela”
desarrollado en la Ciudad
de Mendoza en 2008, organizado por la Secretaría de Deportes de la Nación, se mencionó que uno
de los objetivos del deporte en la escuela es la detección de talentos
deportivos...¿En qué Diseño Curricular se menciona semejante cosa? En la República Argentina
se enseña música en todas las escuelas:¿Es pensable que haya expectativas sobre
que, de la enseñanza de música en la escuela se detecten talentos para la
música?
Téngase en cuenta que no se habla en este escrito de
la clase social dominante, sino que la hipótesis de la que se parte es que el
championsimo es inherente al ser humano. Los especialistas que escriben el
currículum pretenden que el deporte en la escuela transmita (ayude a construir)
los valores anteriormente señalados, pero la realidad de la inmensa mayoría de
los directivos escolares, de los docentes y de las comunidades, es el ansia por
el triunfo. Esto se refleja de varias formas, pero vale la pena destacar la
manera en que muchas veces son despedidos por el director de la escuela, los
alumnos que parten de la misma a una competición deportiva, acompañados por sus
profesores: “Esperemos que vuelvan con las copas.” Este mensaje, explícito o,
mucho más frecuentemente implícito, condiciona fuertemente a todos los actores.
Es bien sabida la fortísima influencia que tiene la palabra (o/y la
expectativa) del director de la escuela, que, además, suele reflejar el sentir
de toda la comunidad educativa al respecto. El imaginario establece que la
misma debe ser satisfecha... ¿por qué no “de cualquier forma”?. Téngase en
cuenta que, mucho más frecuentemente que en la despedida, la recepción a la
delegación que vuelve del torneo intercolegial recibe como primer pregunta del
Director un “¿cómo les fue?” que sólo admite una respuesta positiva: “ganamos”
y una más o menos positiva: “empatamos”....
Es casi nula una manifestación de la Dirección de la Escuela del tipo: “No, yo
no les pregunté el resultado deportivo. Éste no me interesa, yo quiero saber si
se divirtieron, si hicieron nuevos amigos, etc.” (que son los postulados del
Diseño Curricular). También es real que hay profesores de educación física que
refieren que cuando son evaluados anualmente por sus directivos escolares, una
de las variables de la evaluación (¿la más importante?) son los resultados
deportivos obtenidos por los alumnos en los torneos intercolegiales en los que
han participado....
Volviendo a la idea del inicio respecto a que “el más
humilde le puede ganar al más poderoso” esto también se traslada a la escuela.
Es evidente que hay algunas escuelas de Gestión Privada que tienen mejores
instalaciones deportivas que muchas escuelas de Gestión Pública. Y, hay colegas
que, con orgullo dicen: “Con nuestros humildes recursos, le ganamos a la
escuela privada”... Destacan el TRIUNFO, no la integración, la camaradería,
etc.
Estas deformaciones, de las que es partícipe necesaria
TODA la comunidad, determina una dinámica que se retroalimenta y fortalece en
la dirección de dar respuestas a éste, que pasa a ser el VERDADERO objetivo de
los torneos intercolegiales: GANAR.
Tanto es así, que comenzaron a haber problemas entre
escuelas, a partir de alumnos que realizan actividades deportivas en clubes y
que, representando a éstos, participan de actividades federativas.
Tener alumnos que se destaquen en alguna actividad,
siempre es una fortaleza para las escuelas. Si un alumno o alumna toca bien el
piano, es común que se lo designe para hacerlo en los actos escolares, lo mismo
si canta bien. Si pinta bien es común que engalane la escuela. Si es pródigo en
la resolución de problemas matemáticos la representará en las olimpíadas Ñandú,
etc., sin importar dónde haya adquirido estas habilidades especiales.
Sin embargo, si es buen atleta, esto, en lugar de ser
una fortaleza, notablemente se transforma en un problema. Porque pareciera que
esto es una “ventaja antideportiva” respecto a otra escuela que no tiene
alumnos o alumnas que practican deporte en los clubes.
Y, el profesor de esa otra escuela protesta....y
comenzaron a aparecer reglamentaciones que hablan de “torneos intercolegiales
para NO FEDERADOS”, con argumentaciones que, pensadas desde algún lugar podrían
hasta parecer interesantes, por ejemplo que los torneos intercolegiales son una
oportunidad de viajar y participar y que estos alumnos federados ya lo hacen
con los clubes, que habría que dejar que les den lugar a otros que nunca
participaron, etc.
Es decir, que se ralea a los que “juegan bien”,
declamando desde el reglamento que el evento sería para los que “no juegan tan
bien”...cuestión que sólo puede pensarse desde un lugar: Que todas las escuelas
tengan igual posibilidad de .....GANAR, que, nuevamente pasa a ser el único
objetivo, o, cuanto menos, el objetivo principal.
Es decir que, en un deporte colectivo como por ejemplo
el handball, si una escuela tiene uno (o dos o tres) alumno/s que “juegan bien”
porque están federados, en lugar de tener esto como una fuerza para que estos
alumnos ayuden a entrenar a sus compañeros más allá de la hora de educación
física, les expliquen nuevas técnicas, etc., se los “ralea” porque son muy
buenos........
Obviamente, aparecen los inconvenientes de aplicación,
porque, ¿cómo comprobar si un alumno es o no federado? En los Juegos “Buenos
Aires La Provincia
2008”
(categoría colegial) hubo una trifulca entre delegados referida a este tema....
Y, en la
Región centro de la Provincia de Buenos Aires apareció una especie de
“federación de no federados”, que realiza actividades deportivas infantiles por
fuera de las respectivas federaciones, para que los niños no entren en la
categoría de “federados”.......
Y, naturalmente, comienzan a aparecer las trampas: En
los torneos regidos por edades aparecen alumnos con más años que los
reglamentarios.
Que un docente lleve a un alumno “pasado de edad” a
una competencia intercolegial es una grave falta a la ética y a la deontología
docente, que debe ser tratada de esta forma: En la República Argentina,
los docentes tenemos una “Junta de Disciplina” (por jurisdicción) que debería
atender estas cuestiones, porque, en este caso lo importante NO ES que ese
equipo ganó con trampa.
Lo único importante es que ese docente (esa escuela)
enseña a sus alumnos a hacer trampa......
En una cierta ocasión, un profesor les dijo a sus
alumnos que él les compraría el trofeo y que digan que ganaron....... pero éste
es un caso extremo....
Ahora bien, en lugar de hacer intervenir al órgano
correspondiente, la mencionada Junta de Disciplina, se crean formas de control
que lo único que hacen es fortalecer la idea de que lo que importa es el
triunfo: Se pide documentos de identidad para comprobar dos cosas: a) que la
persona que aparece en la planilla sea la que juega y b) que la fecha de nacimiento
que consta en la planilla, coincida con la del documento de identidad.
Y, esto se tiñe de “justicia” (de esta forma se
impediría hacer trampa).
En realidad, lo único que se hace con este control es
decirle a los alumnos: “Tu profesor no es confiable. Y, como es factible que
haga trampa, controlamos.”
O, lo que es peor: “Seguramente tu profesor es
confiable, pero hay algunos que no lo son y por las dudas, los controlamos a
todos”. Y, desgraciadamente, hay profesores que defienden este sistema, “para
evitar trampas”.
Este mensaje es ideológicamente perverso, porque es
similar al de los regímenes policíacos que dicen exactamente eso: “¿Cuál es el
problema a que la policía te revise, chequee tus antecedentes, etc. Si vos sos
inocente? ”.
Ese mensaje era el que se vivía en la República Argentina
durante la dictadura genocida de 1976/83......
Volvemos a la idea original: La cultura dominante
logra imponerse a las prescripciones de los documentos curriculares.
Y, el control es estricto: En cierta ocasión, en la Provincia de Santa Fe,
un alumno había extraviado su documento de identidad y procedió a realizar la
denuncia correspondiente ante autoridad policial. Como es habitual, la Policía extendió un papel
donde constaba la denuncia. El profesor presentó este papel ante las
autoridades del torneo intercolegial, quienes impidieron al alumno jugar,
porque en el papel no hay una fotografía y por lo tanto el portador podría ser
“cualquiera” y no ese alumno....
Y, además, como se dijo antes, tiñeron esa decisión de
“justicia” porque, “si dejamos jugar (JUGAR!!!!!) a uno deberíamos dejarlos a
todos.” Es que ya no es un juego...ya es pura competencia.... para ver quién es
mejor.
Lo notable es que el profesor aludido sólo se quejó
por el (supuesto) “exceso de celo.”
No cuestionó al sistema, sino que se siente parte de
él. Acuerda que hay que controlar, pero le pareció “mucho” control.
Podemos decir que en este tema triunfó el imaginario
colectivo sobre que somos todos sospechosos, aunque, notablemente, en la República Argentina
rige constitucionalmente el principio de inocencia, o sea que está prohibido
por la Constitución
el “estado de sospecha”. Es decir que se invierte la carga de la prueba: Hay
que probar que se es honrado.....
Un profesor que se precie a sí mismo, bien pudo
argumentar que el alumno es quien él decía que es, “porque lo digo yo, que soy
un profesor respetuoso de las leyes, que jamás enseñaría a mis alumnos a hacer
trampas”.
Nuestros Diseños Curriculares jurisdiccionales (todos)
hablan de la formación de niños y jóvenes críticos y reflexivos, que ejerzan la
ciudadanía con convicción, sean activos defensores de los derechos y garantías
que allí se prescriben.
Sin embargo, la realidad es que lo que los alumnos
aprehenden es que “hay que controlar” porque “somos todos sospechosos.”
Ahora bien: Como es obvio, este control sólo es útil
para una sola cosa: Para el disciplinamiento social; para instalar esa idea
mencionada de que “somos todos sospechosos”. “Sociedades de control” en los
términos de Althusser.
Pero, un control que ni siquiera se para en el
precepto conservador de principios de siglo 20 de “mens sana in corpore sano”
que determinaría por ejemplo controlar el rendimiento académico de los alumnos
integrantes de los equipos, determinando por reglamento que sólo puedan
competir en el torneo intercolegial los alumnos de buen rendimiento académico
en todas las materias (y buena conducta). Sólo championismo. Y, ese control
para nada es útil para construir la idea del “fair play”.
Porque, si esto fuere útil, podría debatirse más a
fondo. Pero la realidad (no podría ser de otra forma) demuestra que el fondo de
la cuestión, que es el championismo, subsiste y con fuerza inusitada. Porque el
control es sólo control de las formas, no del contenido (que serían los objetivos
proclamados en el diseño curricular) y por ello, se controla los efectos
(posibles trampas) y no las causas (desviación del diseño curricular).
Porque, después de atravesar ese “control”
supuestamente útil para el cumplimiento de los objetivos proclamados, lo que
pasa es que hay problemas en la propia competencia. Especialmente en el fútbol
(pero no sólo en ese deporte), que por ser tan popular, promueve más pasiones.
Empecemos por los padres, como parte de la comunidad
educativa: Cuando presencian partidos intercolegiales, es bastante común
escuchar “matalo” refiriéndose a pegar patadas.
Claro que el padre que grita eso no piensa en un
asesinato, pero, en la
República Argentina esas expresiones tienen una fuerte
significación, que se acerca bastante a la literalidad.
Y, además de esto, suelen ocurrir trifulcas, peleas
generalizadas cuando ocurre un fallo dudoso del árbitro, que han determinado,
en varias provincias, la suspensión de los torneos intercolegiales de fútbol.
“Muerto el perro, se acabó la rabia”.
Además, por si esto fuere poco, se organizan
“Tribunales de Penas” símiles a los existentes en los deportes de competición,
con “penas” graduadas: Tantos partidos de suspensión por una expulsión, tantos
por la reiteración, etc. Que sólo se sostienen en los postulados de Watson:
“Estímulo, respuesta esperada, premio, castigo.”
Se llega inclusive a la exclusión de la escuela de los
torneos intercolegiales por un año, por dos, definitivamente, etc.
Cuestión ridícula desde el punto de vista de los objetivos
planteados, porque:¿cómo se le va a impedir a una escuela realizar acciones de
“amistad” “camaradería” “integración”, etc.?
Porque esos son sólo objetivos proclamados. La
realidad es que la escuela cuyos alumnos se pelean (mucho), “molesta”. “Hay que
ralearla”.
Y, este es uno de los motivos por los cuales en
general no hay evaluaciones escritas de los torneos intercolegiales por parte
de las escuelas.
Es bien sabido que toda actividad educativa DEBE ser
evaluada (evaluación crítica) para analizar qué es lo que se hizo bien y dónde
hay que mejorar. Pero, esto traería aparejado poner, negro sobre blanco las
dificultades que se expresan.
En el Torneo Nacional Intercolegial de Ajedrez de
2008, organizado por el Ministerio de Educación de la Nación, del que
participaron 180 escuelas, se solicitó insistentemente evaluaciones escritas y,
pese a los esfuerzos realizados, se consiguieron 34 evaluaciones....
Por supuesto hay contraejemplos a todo lo anterior..
En el mencionado Torneo Nacional Intercolegial de Ajedrez, que en 2009 tuvo su
7ma edición, en una escuela de Selva, Provincia de Santiago del Estero, la Dirección de la Escuela, con acuerdo del
cuerpo docente, comunicó a padres y alumnos que este año, la selección del
equipo que intervendría en el evento se realizaría tomando como eje el
principio de rotación, es decir, que, entre los alumnos que mejor jugaran, se
seleccionaría a los que nunca integraron el equipo. Para que tengan la
oportunidad de vivir la enriquecedora experiencia del torneo (según los preceptos
del diseño curricular). Los padres de los alumnos que ya habían viajado (y por
tanto no serían seleccionados) se quejaron a la supervisión escolar, pero ésta
ratificó la decisión institucional. SE PUEDE.
Sí, se puede nadar contra la corriente, se puede
mantener en alto las convicciones y utopías, porque, parafraseando a Galeano,
“las utopías son las que nos hacen caminar”.
Al autor de estas líneas le quedan preguntas sin
respuestas:
¿Cómo competir en el deporte escolar sin championismo?
¿Es ello posible?
¿Qué políticas y metodologías pudieran aplicarse para
fomentar valores a través del deporte escolar, según los preceptos de los
diseños curriculares jurisdiccionales?
¿Cómo abordar la práctica del deporte en las escuelas
de manera tal que estimule el éxito en la competencia pero en armonía con
valores como el “fair play”, la cooperación, la camaradería, la amistad, la
integración?
Nótese que en esta pregunta ya se menciona que se
“estimula” el éxito... ¿es rendirse ante lo inevitable? ¿O el éxito es parte
inalienable del deporte?
Una primera respuesta (incompleta) es el Proyecto
Educativo Institucional. El que transcurre, el cotidiano.
Porque toda escuela que participa de actividades
deportivas intercolegiales, tiene incorporado el deporte a ese PEI REAL. Por la
fuerza que tiene el deporte, como ya se ha mencionado. Pero, muchas veces esto
no se reflexiona colectivamente y lo que ocurre es que las cuestiones
transcurren.
En las escuelas es común que, cuando llega una
circular en la que, en alguno de sus párrafos tiene incorporada la palabra
“deporte”, ésta es inmediatamente entregada al Profesor de Educación Física. Y,
este es el principal error. De la
Dirección de la escuela, que le envía la circular en
exclusividad y del profesor de Educación Física que no constata que la misma
esté en manos de todo el cuerpo docente. Porque, el imaginario así lo
establece, aunque, como se mencionó insistentemente, el deporte es transversal.
Transcurrirá transversalmente. Y, hay que asumir esa transversalidad.
En 2006, año en que se disputó el anterior Campeonato
Mundial de Fútbol, el Ministerio de Educación de la Nación editó un “libro para
el docente” sobre propuestas de actividades transversales referidas a ese
evento.
No obstante, esta acción, aunque resultó muy potente,
no torció un imaginario fuertemente adentrado. Para el Mundial de Sudáfrica
2010, se volvió a editar un “Libro para el docente” “Los Medios y el Mundial de
Fútbol Sudáfirica 2010”...veremos
la evaluación de la utilización de este material....
En una escala completamente menor, en algunas escuelas
donde se desarrollan torneos intercolegiales de ajedrez, han trabajado por
ejemplo desde la asignatura “plástica”, engalanando la escuela con pinturas de
los alumnos y alumnas dedicadas al ajedrez. De esta forma, participan del
torneo los alumnos y alumnas que no les interesa competir, pero sí les gusta
pintar. Es otra forma de participar y estos alumnos también se llevan el
“Certificado de Participación.”
Este tema del “Certificado de Participación” es otro
asunto clave. Una cosa es que lo entregue el profe de educación física en el
micro de regreso de la delegación (y “de apuro”) y otra cosa muy distinta es
que el profe le entregue los certificados al Director de la escuela y éste, en
la formación de inicio del día, los reparta haciendo pasar y aplaudir a cada
alumno o alumna, sin importar el resultado deportivo. Y, destacando, por
ejemplo, que, más allá del resultado (que es anecdótico), lo importante es que
TODOS los alumnos representaron dignamente a la escuela, “la hicieron quedar
bien”. Tuvieron un excelente desempeño ético dentro del campo de juego y fuera
de él. Y, hablando por separado con aquellos alumnos que han sido expulsados o
han tenido actitudes no éticas. Y tomando alguna decisión si esta falta de
ética se repite, aunque sean los más dotados. Porque LA ESCUELA no desea este tipo
de actitudes reiteradas. Inclusive trabajando INSTITUCIONALMENTE las causas de
estos problemas cuando los hubiere.
Es otro tipo de señal. En algunas escuelas se realiza,
aunque, con franqueza, en la minoría.
Y, este tema del “TODOS” es también muy significativo,
por cuanto en algunas escuelas se conforman “equipo A” y “equipo B”,
determinados por el rendimiento deportivo: En el “A” están “los más dotados” y
en el “B” los que no lo son... ¿a qué alumno le gustaría estar en el “B”? ¿a
qué teoría pedagógica responde este criterio de separación?
Ni hablemos donde ni siquiera hay “equipo b”... pura
selección de aptitud....¿qué teoría educativa permitiría quitarle a los alumnos
menos “aptos” para el deporte el derecho de tener el orgullo de vestir la
camiseta de la escuela en una justa deportiva?
En otras escuelas, donde la oferta deportiva es
múltiple, se realizan pruebas de aptitud en cada deporte, y la realidad muestra
que hay alumnos y alumnas que pasan de un deporte a otro, sin ser seleccionado
por ninguno de los profesores....¿qué pasa con la autoestima de esos alumnos
“descartados”? Es presumible que se traslade a otros aspectos de la vida
escolar. También acá la pregunta: ¿a qué teoría educativa responde este
“descarte”?
La República Argentina ha consensuado que la escuela es el
lugar donde, además de la transmisión de saberes significativos y de
habilidades para un correcto desempeño en la vida cotidiana, se construirán
VALORES. No en todos los países se trabaja esta cuestión.
Hay países que creen que el tema valores es exclusivo
de las familias y (en todo caso) de la iglesia que pueda tener cada una de
ellas. Pero en Argentina sí.
Y, esto es clave en el tema del deporte escolar. Por
su transversalidad intrínseca. De manera que, una primer respuesta a los
anteriores interrogantes, es que resulta necesario que las escuelas que
participan de los eventos intercolegiales, tengan incorporadas estas cuestiones
al PEI escrito, porque, necesariamente, el proceso de escritura del mismo
ayudará a la reflexión.
Obviamente será un proceso lento. Pero la reflexión
colectiva, como en todos los problemas escolares, pareciera el único camino.
Profesor Jorge Berguier
Coordinador – Programa Nacional de Ajedrez Educativo –
Ministerio de Educación
Bibliografía: “La Educación Física,
Más Educación que Física” , Alejandro López, Editorial Pueblo y Educación, La Habana 2006. Capítulo III –
“Corrientes Modernas en Educación Física.
Este artículo se puede ver en la siguiente dirección
de Internet:
http://portal.educ.ar/debates/eid/ajedrez/debate/el-deporte-y-el-ajedrez-al-uso.php
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